Para elaborar un discurso político o académico efectivo, es fundamental adaptar el mensaje y la forma de presentarlo a las características específicas de cada ámbito. A continuación, se presentan algunos consejos prácticos:
Discurso Político:
- Objetivo principal: El discurso político no busca persuadir al adversario, sino reafirmar la postura ante los propios partidarios y atraer a los indecisos.
- Uso de la polémica: El discurso político suele apoyarse en la polémica al involucrar a un adversario, ya sea real o ficticio.
- Mensaje conciso y titularizable: En la era actual, el discurso político se ha vuelto más conciso, buscando generar titulares impactantes para los medios de comunicación y las redes sociales.
- Conocimiento del público objetivo: Es crucial comprender las necesidades e intereses del público al que se dirige el discurso para adaptar el lenguaje y los argumentos.
- Dominio del lenguaje corporal: La actitud es fundamental. Se debe mostrar entusiasmo, energía, seguridad y convicción para conectar con la audiencia.
- Utilización de técnicas de storytelling: Las historias y anécdotas, bien empleadas, ayudan a crear una conexión emocional con el público y hacer que el mensaje sea más memorable.
- Preparación para ruedas de prensa: En el caso de los políticos, es esencial estar preparado para responder preguntas de los periodistas, quienes buscan generar noticias. Se debe contar con datos concretos para respaldar las afirmaciones y anticipar las preguntas.
Discurso Académico:
- Captar y mantener la atención: Los docentes, al enfrentarse a una audiencia que no siempre está motivada, deben ser maestros en captar y mantener la atención del público. Para ello, pueden usar técnicas como el storytelling, ejemplos, preguntas, y cambios en el tono de voz.
- Claridad y organización: El mensaje debe ser fácil de seguir. En presentaciones largas, es útil emplear tablas de contenido, índices y apoyos visuales.
- Lenguaje adecuado al público: Adaptar el lenguaje al nivel de conocimiento de los estudiantes es crucial para asegurar la comprensión.
- Gestión del tiempo: Se debe ser conciso y directo. En el caso de las clases largas, es recomendable realizar pequeñas pausas para mantener la atención.
- Uso de recursos didácticos: Elementos como presentaciones visuales, ejemplos prácticos y actividades interactivas ayudan a mantener el interés y facilitar el aprendizaje.
Consejos generales para ambos:
- Definir el mensaje clave (Idea Fuerza): Identificar la idea principal que se quiere transmitir y construir el discurso alrededor de ella.
- Conocer el perfil de la audiencia: Investigar previamente sobre los asistentes para adaptar el lenguaje, el tono y los ejemplos a sus características e intereses.
- Estructurar el discurso: Organizar la información de manera lógica y coherente, con una introducción que capte la atención, un desarrollo sólido y una conclusión que resuma los puntos clave y la llamada a la acción.
- Ensayar la presentación: Practicar el discurso en voz alta ayuda a ganar confianza, mejorar la fluidez y controlar el tiempo.
- Controlar el lenguaje corporal: Mostrar una actitud positiva, hacer contacto visual y utilizar gestos que refuercen el mensaje.
- Manejar el miedo escénico: Usar técnicas de relajación, practicar la visualización positiva y empezar con presentaciones ante audiencias pequeñas y conocidas para ganar confianza.
- Utilizar herramientas de apoyo visual: Las presentaciones visuales deben ser claras, concisas y atractivas, utilizando imágenes, gráficos y textos de fácil lectura.
- Preparar el turno de preguntas: Anticipar las posibles preguntas de la audiencia y preparar respuestas concisas y claras.
Recuerda: la clave para un discurso efectivo radica en la combinación de un mensaje sólido, una presentación convincente y una buena conexión con la audiencia.
Fuente: Hablar en público para dummies - José M. Palomares Fernandez
Comentarios
Publicar un comentario